jueves, 11 de marzo de 2010

"Viviendo como es digno del Señor"


"Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando Frutos en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios".
Colosenses 1:10


Introducción
La oración del apóstol Pablo muestra su constante preocupación por las iglesias. En esta ocasión pide por la iglesia en Colosa, solicitando al Señor el crecimiento de los nuevos cristianos.
La iglesia de hoy necesita también poner atención en estos puntos de crecimiento señalados por el apóstol Pablo.
La preocupación de todo fiel predicador estaré centrada es esta enseñanza para el buen desarrollo de la congregación.

Para Que Andéis Como Es Digno Del Señor

La palabra "DIGNO" sugiere algo del mismo peso o valor. Lo que se quiere decir con esto es que debe haber consecuencia entre nuestra vida y lo que profesamos como cristianos.
"… que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamado." (Ef. 4:1) "Andar" indica actividad de vida. No debemos estar satisfecho con solo recibir e impartir información, aprendemos para HACER, no sólo para SABER. El conocimiento espiritual es únicamente para poner por obra la voluntad de Dios y luego enseñarla. Consideremos el ejemplo de Esdras: “Esdras tenia el firme propósito de estudiar y de poner en práctica la ley del Señor, y de enseñar a los israelitas sus leyes y decretos” (Esdras 7:10 Versión Dios Habla hoy).
"…os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios:" I Tes. 2:12 ("Imploramos a cada uno." Biblia de las Américas.) ¿Qué imploraban? A vivir de una forma ordenada. Este es el propósito del evangelio, que "Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo…" ( Fil. 1:27).
Debe existir clara distinción entre el cristiano y la gente del mundo. Como fieles ciudadanos del reino de Dios debemos ser: honrados, justos y rectos “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz” (Ef. 5:8)

Andar Como Es Digno Es:
Andar en la luz (I Jn. 1:7).
Andar en novedad de vida. (Rom. 6:4).
Andar honestamente. (Rom. 13:13).
Andar por fe. (II Cor. 5:7).
Andar en amor. (Ef. 5:2).
Andar según sus mandamientos (II Juan. 6).
Nuestro modo de andar, conducirnos o vivir esta vida debe ser digno de uno que tiene a Jesús por Señor.

Agradándole en todo, llevando frutos en toda buena obra.

Debemos tener como propósito principal en nuestras vidas agradar a Dios en vez de agradar a los hombres o a nosotros mismos. Recordemos lo siguiente: "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" (Ef. 2:10).
Siguiendo la idea de Pablo en este capítulo.
Antes "anduviste en delito y pecado siguiendo corrientes de este mundo, conforme al príncipe de las potestades del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia" (ver. 1 -3).
Ahora debemos "andar" en buenas obras "las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ella." Que la práctica de "buenas" obras sea la regla de nuestra vida, nuestro modo de vivir.

El propósito de enseñar las Sagradas Escrituras es: "…que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." (II Tim 3:15-17)
Nuestro Señor dio su vida para concretar este propósito para el cristiano: "Cristo …se dio a sí mismo por nosotros para rendirnos de toda iniquidad y purificar para si un pueblo propio, celoso y de buenas obras" (Tito 2:14). El ocuparse de buenas obras caracteriza al pueblo de Cristo. Estas buenas obras son las que Dios a preparado de antemano (Ef. 2:10), para que los suyos andemos en ellas. Los versos 11 al 14 de la carta a Tito muestran porqué todo cristiano debe actuar como los enseñan los versos 1 al 10.
Estos frutos también son:
a. El fruto de buenas obras (Mat. 5:14-16; 7:15-20).
b. El fruto de predicar el evangelio (Col. 1:3-8; Rom.1:13-17).
c. El fruto del Espíritu Santo (Gál. 5:22,23).
d. El fruto de una vida santa (Rom. 6:20-22)

Creciendo En El Conocimiento De Dios

Todas estas peticiones de la oración del apóstol están relacionadas entre si:
El entendimiento de la voluntad de Dios produce una vida digna del Señor.
Nos prepara y capacita para poder agradar a Dios en todo.
De esta manera es posible llevar frutos para gloria de Dios en toda buena obra.
Pedro dijo respecto a las virtudes que debía desarrollar el cristiano "…si estas cosas están en vosotros, y abundan no os dejaran ociosos ni sin frutos en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo" (II Ped. 1:8).
Realmente para conocer a Dios, no solo basta leer su palabra. Después de leer esta palabra divina que nos revela Su voluntad, es necesario empezar a HACER LAS OBRAS que Él ordena. LLEVAR LA VIDA que Él nos enseña.

Conclusión:
El evangelio es un poder activo, es un poder que tiene la tendencia de hacer explosión (Rom. 1:16).
Si se practica llevará los cambios que proclaman, cambios que glorificaran a Dios.
Una vida digna del Señor agrada a Dios y lleva frutos que le glorifican
(Mat. 5:16).

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