sábado, 8 de mayo de 2010

¿NUESTRO HOGAR FUTURO SERÁ EN EL CIELO O LA TIERRA?

¿NUESTRO HOGAR FUTURO SERÁ EN EL CIELO O LA TIERRA?
Hay algunas filosofías religiosas de nuestro tiempo que enseñan que esta tierra pasará por un proceso de purificación, limpieza y renovación inmediatamente después del juicio final,
Entonces estará preparada para servir como hogar eterno de los redimidos.
Dicen tales personas que la esperanza de la vida eterna es terrenal y no celestial.
Pero ¿Qué dice la Biblia?
¿El hogar eterno, estará en el cielo o en la tierra?

La Biblia Establece Solamente "Una Esperanza"
“…un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación” (Ef. 4.4)
“… aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tito 2.13,14),
La Biblia dice que esta esperanza es celestial.
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Jn. 14:3)
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Fil. 3:20).
“…a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio” (Col 1:5)

¿Qué Pasará Con La Tierra?
Jesús declaró abiertamente: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mat. 24.35: Marcos 13.31; Lucas 21.33). "cielo" en este contexto es la atmósfera que rodea a la tierra, donde vuelan las aves. (Lucas 13.19; Salmos 104.12, etc.).
Además el apóstol Pedro da una descripción gráfica del fin del mundo y habla de una completa destrucción por medio del fuego (2 Pedro 3.7-10).
Pedro dice que: "Los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas".
La palabra griega "quemadas" es katakaid, la cual quiere decir "quemar totalmente o carbonizar".
El profeta Isaías anuncio: "Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará" (Isaías 24.20).
¿Qué de los textos que dicen que "los mansos heredarán la tierra"?
"Recibirán la tierra por heredad" esta expresión en el Salmo 37:9, 11, 22. Originalmente la palabra "tierra" se refería a Canaán.
"Recibir la tierra por heredad" llegó a ser expresión proverbial del mayor bien. Significa, pues, las bendiciones supremas, la felicidad verdadera.
Jesús en el sermón del monte habló a los judíos según este contexto, el cual era entendido por ellos, cuando dijo: "Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad".
En esa misma ocasión, Jesús habló de ver a Dios y "porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5.1-12).
Cielos nuevos y tierra nueva.
Otros pasajes emplean la palabra "tierra" en relación al mundo que ha de venir (Hebreos 2.5; Efesios 1.21),
"cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" (2 Pedro 3.13; Apocalipsis 21), una figura del lenguaje que se refiere al cielo mismo, el cual tomará el lugar de los actuales "cielo y tierra" que Jesús dijo que pasarían.
"Generación va, y generación viene: mas la tierra siempre permanece" (Ecl. 1.4). ¿Una contradicción?
Aparentemente si, pero no existe tal contradicción si recordamos que la expresión hebrea "para siempre" frecuentemente implica algo temporal, queriendo decir "hasta el tiempo indicado o hasta el fin de una edad".
Ejemplo:
La circuncisión fue llamada un "pacto perpetuo" (Gén. 17.13);
La Pascua fue una celebración dada como "estatuto perpetuo" (Ex. 12.14).
El sistema levítico tenía un "pacto del sacerdocio perpetuo" (Núm. 25.13);
Sin embargo sabemos que todo esto fue abrogado cuando la Ley fue cumplida por Cristo en la cruz (Col. 2.14).
A pesar de todo esto, la tierra continúa existiendo perpetuamente a través de estas generaciones hasta que su tiempo sea cumplido.

Promesas Acerca Del Cielo.
El Nuevo Testamento abunda en promesas acerca de un lugar llamado cielo.
La carta a los Hebreos nos muestra que los grandes hombres de fe en épocas pasadas tuvieron su esperanza puesta en un hogar celestial.
"Confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial" (Heb. 11.13-16).
Pedro describe nuestra herencia como "incorruptible e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros" (1 Ped. 1.3,4).
Pablo, en sus epístolas, pone nuestra atención en un hogar celestial:
"La esperanza que os está guardada en los cielos" (Col- 1.5).
"Tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos" (Heb. 10.34-36).
"Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos" (2 Cor. 5.1).
Juan, en el libro de Apocalipsis.
Describe las gloriosas visiones que le fueron reveladas en cuanto a los redimidos en el hogar celestial con Dios.
En capítulo 7 revela dos visiones:
Los 144,000. Número simbólico que representa la suma total de los elegidos de Israel y las primicias del evangelio.
Una gran compañía innumerable, los redimidos "de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas".
Quienes están delante del trono, en la presencia del Cordero, luciendo sus vestiduras blancas.
De la unión de ambos grupos podemos ver a todos lo hijos de Dios de todas las dispensaciones reunidos con su Padre celestial en su reino eterno.
En capítulo 21 de Apocalipsis describe las bendiciones que se disfrutará en la ciudad celestial,
En el capítulo 22.14 nos habla de cómo podemos estar entre los elegidos :
"Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas de la ciudad".
Esto está en concordancia perfectamente con las palabras de Jesús en Mateo 7.21. Cristo es "autor de eterna salvación para todos los que le obedecen" (Hebreos 5.8,9).

La " esperanza" de los redimidos está en los cielos.
Esta es la “esperanza” más gloriosa que abraza el cristiano, estar unidos con Dios el Padre, en Cristo, regocijándose y alabándole durante toda la eternidad.
Esta es la nueva tierra y el nuevo cielo, donde mora la justicia.
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Fil. 3:20).
“…a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio” (Col 1:5)

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