lunes, 22 de agosto de 2016

EL GRAN PROBLEMA DEL PECADO

EL GRAN PROBLEMA DEL PECADO
“Porque la paga del pecado es muerte…”
(Rom. 6:23).

SIN DUDA QUE SON MUCHOS PROBLEMAS QUE ANGUSTIAN A LA POBLACIÓN MUNDIAL.
Las estadísticas informan que son miles las personas que mueren de hambre cada día.
Las enfermedades tales como el cáncer, sida y muchas otras que arrebatan la vida de gran número de seres humanos.
Los flagelos que causa el terrorismo, el narcotráfico con sus miles de esclavos encadenados a las drogas y también la fusta del alcoholismo. Esto nos deja ver la imagen de un mundo que muere. Pero hay un problema mayor…

EL PROBLEMA MAYOR DE NUESTRA  HUMANIDAD ES EL PECADO.
La Palabra de Dios proclama: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23).
Todo comenzó en el principio: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Rom. 5:12).
Así que: “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley” (1 Jn. 3:4).
Las sentencia del pecado. “Porque la paga del pecado es muerte…” (Rom. 6:23).

¿QUÉ ES EL PECADO?
La Palabra de Dios declara que:
-          “Toda injusticia es pecado…” (1 Jn. 5:17).
-          “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley” (1 Jn. 3:4).
-          “…todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado” (Jn. 8:34).
-          El pecado engaña: “…para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado” (Heb. 3:13).
-          Ofrece placer: “…los deleites temporales del pecado” (Heb. 11:25).

LO TERRIBLE DEL PECADO
        Sus consecuencias:
-          Deja al hombre “…destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23).
-          Su estado espiritual “muertos en vuestros delitos y pecados… aun estando nosotros muertos en pecados” (Ef. 2:1,5).
-          El pecado nos separa de Dios: “…vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” (Is. 59:2).

JESUCRISTO,  LA SOLUCIÓN DE DIOS PARA EL PECADO

       Cristo padeció por nuestros pecados.
-          Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él” (1 Jn. 3:5).
-          Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos para llevarnos a Dios” (1 Ped. 3:18).
-          Cristo derramó su sangre “porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” (Mat. 26:28).
-          Jesucristo, “… vino para salvar a Su pueblo de sus pecados”  (Mat. 1:21).
-          Jesucristo,  “… vino para dar Su vida como rescate por mucho” (Mar. 10:45).
-          Jesucristo,  “…vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. (Luc. 19:10).
-          Jesucristo,  “…el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29).
-          Jesucristo,  “…vino al mundo para salvar a los pecadores…” (I Tim. 1:15).
-          Jesucristo,  “…vino, para dar Su vida como rescate por muchos” (Mar. 10:45).

EN CRISTO TENEMOS REDENCIÓN

Jesucristo vino para hacer posible el perdón de nuestros pecados
-          En Cristo “… tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados…” (Ef. 1:7),
-          "En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados" (Col. 1.14).
-          “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (Rom. 5:10).
-          “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado” (Col. 1:21).
-          “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” .(2 Cor. 5:18-21)
-           “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres… Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Jn. 8:32,36).

DIOS NOS DA LA POSIBILIDAD DE COMENZAR UNA VIDA NUEVA
        Por tal razón:
-          “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
-          y renovaos en el espíritu de vuestra mente” (Ef. 4:22,23)
-          “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias… ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?” (Rom. 6:12,16).
-           “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Rom. 6:1-2).
-          “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado” (Rom. 6:6-7).
-           “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Rom. 6:11).
-          “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Rom. 6:14).
-          “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia” (Rom. 6:16-18).

¡NO HAY OTRA SOLUCIÓN!

-          No hay otro camino más que Jesucristo  “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”   (Jn. 14:6).
-          No hay otro Salvador más que Jesucristo.  “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hch. 4:12).

Conclusión:

Nosotros decidimos,  las alternativas son:
1.        “La paga del pecado”
2.        “La dádiva de Dios”  
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 6:23
Cristo “… habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”
Hebreos 5:9


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