martes, 27 de julio de 2010

La Santificación

La Santificación

“Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna”
Romanos 6:22

La vida cristiana está llena de metas espirituales que alcanzar.
Un hecho significativo de la vida cristiana es el concepto de "santificación".
La palabra "santificar" significa "apartar" o "poner aparte" para algún servicio especial.
La santificación del creyente en Cristo Jesús es el proceso por el cual la persona es apartado del mundo y su iniquidad y dedicado al servicio de Dios.
Algunas palabras asociadas a este concepto son: santidad, consagración, santo.
Un cristiano es una persona consagrada, dedicada a Dios.
Estaremos estudiando hoy, el importante tema de la santificación.

La Santificación

La santificación del cristiano no es algo opcional. Es esencial que todo hijo de Dios viva en santidad. “sin la cual nadie verá al Señor" (Heb. 12:14). Aquel que NO sigue la santidad puede estar seguro que no verá al Señor, sino que: “… sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tes. 1:9).
Por esta razón, todo cristiano debe entender el proceso de la santificación y estar seguro que se está desarrollando en su vida.
En simples palabras “la santificación” es la separación del mundo, del pecado, de la influencia del hombre viejo con sus malos hábitos e iniquidad. Esta es una separación del mundo para que seamos dedicados a Dios. Apartados para un propósito especial, un propósito santo.
Somos dedicados, consagrados, apartados para la adoración y el servicio de un Dios santo.

Todos Cristianos Es Santificado En El Momento De La Conversión

“… mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Cor. 6:11).
Hay algunas enseñanzas equivocadas respecto a la santificación. Algunos creen que la santificación es:
1. La "entera santificación" Este es el concepto de algunas sectas. Una vez "santificado", ya no se peca más.
2. Otros enseñan que el cristiano es santificado automáticamente al recibir el Espíritu Santo. Llamada por algunos "segunda obra de gracia".
Analicemos más de cerca la idea errada de la "total santificación". La que dice que una vez "santificado", ya no se puede pecar más. Veamos que nos dice la evidencia bíblica:
Fíjese que los hermanos en Corinto eran personas que:
Se les llamó "santificados en Cristo Jesús" (1 Cor. 1:2) Ellos había sido "santificados" (1 Cor. 6:11).
Note que aun que Pablo les llama “santos” y “santificados” Sin embargo, impulsados por su antigua naturaleza, eran "carnales", se comportaban como "niños", estando llenos de contiendas y divisiones, pecaban (1 Cor. 3:1-3).
También hay que considerar que aunque los hermanos del primer siglo no eran perfecto, aún así fueron llamados "santos" (Rom. 1:7; 1 Cor. 1:2; Fil. 1:1; Col.1:2). Según podemos ver la idea doctrinal de la "total santificación" no tiene respaldo bíblico. ¡Es falsa!
Analizando la idea errada que dice que el cristiano es santificado automáticamente al recibir el Espíritu Santo.
Ciertamente que el cristiano recibe el Espíritu Santo al ser bautizado (Hch. 2:38) También es cierto que la santificación del cristiano es obra del Espíritu Santo. Podemos leer: “… santificados… en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Cor. 6:11).
Pero lo que se debe entender es que la base para esta santificación es la sangre de Cristo, el sacrificio de Cristo en la cruz. La Biblia enseña claramente que Cristo hizo posible nuestra santificación por medio de su sacrificio. "Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta" (Heb. 13:12).
El medio para lograr nuestra santificación es la sangre de Jesucristo. "En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre" (Heb. 10:10). Es por este motivo es que Pablo insiste en que Cristo Jesús es para nosotros santificación (I Cor. 1:30).
La santificación no es algo que sucede instantánea ni milagrosamente, Es un proceso que realiza el Espíritu Santo a través de La Palabra de Dios. No decimos que la Palabra nos santifica sino que el Espíritu Santo nos santifica por medio de la Palabra. Jesucristo en Su oración al Padre pidió por sus discípulos diciendo: "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad" (Jn. 17:17).
Según podemos ver la "total santificado o la santificación automática que se logra al recibir el Espíritu Santo " no tiene respaldo bíblico. ¡Es falsa!

La Santificación Es Un Proceso Continuo.

Los que están en Cristo son "santificados" (Heb. 2:11;10:10). Esto comienza en la conversión, "santificados en Cristo Jesús" (1 Cor. 1:2). Continúa a medida que crecemos en la fe, ”… pues la voluntad de Dios es vuestra santificación…” (1 Tes. 4:3). Lo reitera la oración de Pablo por los hermanos en Tesalónica: "Y el Dios de paz os santifique por completo" (1 Tes. 5:23).
Los cristianos son exhortados a seguir la santidad “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Heb. 12:14). “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (Rom. 6:22). “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Cor. 7:1).
Porque servimos a un Dios santo, debemos ser santos. “… sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo” (1 Ped. 1:15-16). Esto se refiere a nuestra conducta ante Dios. Es nuestra responsabilidad de vivir vidas santas. Dios llama a los cristianos a ser santos, separado, santificado. Como ya hemos dicho, que al obedecer el evangelio hemos sido santificados, (1 Cor. 6:11). Si realmente nos hemos "consagrada a Dios", entonces vamos a perfeccionar nuestra santidad, nuestra consagración.

La Santificación Es Obra Del Espíritu Santo

Nótese cómo la santificación está ligada a la obra del Espíritu Santo: “… ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo” (Rom. 15:16). "... Santificado por el Espíritu de nuestro Dios" (1 Cor. 6:11). “… mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad” (2 Tes.2:13). “… elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu” ( 1 Ped.1:02).
El Espíritu Santo tiene un papel importantísimo en nuestra santificación. Porque él fue el instrumento fundamental en nuestra regeneración al convertimos en cristianos “… nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador” (Tito 3:5-6). Ahora nuestros cuerpos sirven como templo del Espíritu Santo (1 Cor. 6, 19-20).

¿Cómo realiza el Espíritu Santo su obra de santificación en el cristiano?

La santificación no es un sentimiento extraño ni algo que sucede instantánea ni milagrosamente por haber recibido el Espíritu Santo. Tampoco es un cambio forzado de la voluntad del hombre que de repente se hace posible de una forma fácil por ser obra directa del Espíritu. No, la santificación que habla la Biblia, es un cambio de vida que se lleva a cabo por haber entendido y creído la palabra de Dios.
No, no decimos que la palabra nos santifica, sino que el Espíritu Santo nos santifica por medio de La Palabra La Biblia nos revela que el Espíritu Santo obra la santificación por medio de Su espada, “La Palabra de Dios” (Ef. 6:17), Cuando el pecador escucha el evangelio de Cristo y obedece este mensaje de verdad, empieza a ser santificado, comienza el proceso de ser apartado del mundo para el servicio de Dios. Al ir aprendiendo y practicando todas las cosas que Cristo mandó se va progresando hacia la santificación perfecta en el Señor.
En todo esto el Espíritu Santo está obrando en cada cristiano. Cada vez que lee o escucha la Palabra de Dios, el Espíritu está obrando en su corazón por medio de este instrumento divino (la espada del Espíritu) para fortalecerlo y ayudarle a apartarse cada vez más del pecado. Fíjese en la oración de Cristo: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Jn. 17:17).
Considere los siguientes textos:
"Para santificarla... por la palabra" (Ef. 5:26). "Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a a palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados" (Hch. 20:32). "Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra" (2 Tim. 3:16,17).
La santificación es un trabajo que el Espíritu Santo cumple perfectamente por medio de la Palabra de Dios.

Aspectos En La Santificación Que Debemos Tomar En Cuenta.

Se puede decir que la santificación del cristiano en cierto sentido es un evento cumplido ya desde el momento de su bautismo para perdón de pecados y, al mismo tiempo, en otro sentido es un proceso que dura toda la vida.
Es en la conversión, en el momento de nuestro bautismo, que todos nuestros pecados son perdonados. En ese instante somos apartados del mundo que está “bajo el maligno” (1 Jn 5:19) para dedicarnos al servicio de Dios en el reino de Cristo, su iglesia. Entonces se inicia el proceso de perfeccionamiento de la santidad. Por el Espíritu hacemos morir las obras de la carne. Esto lo podemos deducir de las palabras del apóstol Pablo al escribir a los corintios: "a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro" (I Cor. 1:2). Los hermanos en Corinto ya habían sido santificados, pero al mismo tiempo se les llama a ser santos, vale decir santificarse.
Lo misma idea se encuentra en Romanos 6:19-22. Aunque los hermanos en Roma ya habían sido libertados del pecado (Vrs 22) Pablo les exhorta cultivar el fruto la santificación.

¿Cómo Es Santificado El Cristiano?

Por el Espíritu Santo es la respuesta. Pero se debe entender que primeramente el Espíritu Santo logra la santificación del creyente cuando este responde al llamamiento de Dios por medio del evangelio de Cristo.
En este sentido el pecador es santificados cuando obedece por fe al evangelio de Cristo "Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamo mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo." (2 Tes. 2:13,14)
Dios llama por medio del evangelio, y el Espíritu Santo obra por medio de la palabra del evangelio nuestra santificación. Por tanto el hombre pecador es santificado por el Espíritu Santo cuando oye, entiende, cree y obedece la palabra del evangelio.
Pero la santificación lograda en el momento del bautismo y la recepción del don del Espíritu Santo no es la obra completa de la santificación. Pongamos atención a la exhortación del apóstol Pablo a los "santos" en Corinto: "así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios" (2 Cor. 7:1). Aunque los corintios ya habían sido santificados por el Espíritu, les faltaba todavía perfeccionar o sea completar su santidad personal, limpiándose de toda contaminación mundana externa e interna - de carne y de espíritu. En este sentido la santificación es un proceso que continúa durante toda la vida del cristiano fiel como obra del Espíritu Santo. Por esta razón la exhortación del apóstol Pablo a los romanos "así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis." (Rom. 8:12,13). Entonces, podemos entender que la santificación por el Espíritu es sencillamente hacer morir las obras de la carne. El Espíritu Santo logra esta santificación por medio de Su espada, la Palabra de verdad.
Es por la Palabra de Dios que el “… hombre de Dios es perfeccionado, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim.3:16,17) Jesús oro diciendo: "santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad" (Jn. 17:17).
Es por la Palabra de Dios que el Espíritu Santo influye en nosotros para que vivamos una vida santa. Renueva el espíritu de nuestra mente para que vivamos conforme a la verdad en vez de andar en la vanidad de nuestra mente (Ef. 4:17-24; Rom. 12:1,2; Ef. 2:1-3; Rom. 8:4,5). De esta forma hacemos morir las obras de la carne, cuando seguimos las instrucciones del Espíritu Santo (Rom. 8:12,13) Si somos guiados por el Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios, entonces vamos a producir el fruto del Espíritu en nuestras vidas, en lugar de las obras de la carne (Gál. 5:16-23).
Si queremos vivir, una vida santa, debemos permitir que el Espíritu Santo haga su trabajo a través de la Palabra de Dios.

Conclusión
No olvidemos que debemos:
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Heb. 12:14).
Limpiarnos “…de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. "(2 Co 7:01)
¿Estamos perfeccionando la santidad en el temor de Dios?

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