viernes, 12 de febrero de 2010

DORMIR ESPIRITUAL

“Por lo cual dice: Despiértate, tu que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” Efesios 5:14-16

La palabra “Dormir” es usada en varias formas en la Biblia.
Algunas veces dormir se refiere a la muerte física, como en 1 Tes. 4:13- 16. En 1 Cor. 11:30, dormir es usado para referirse a la enfermedad espiritual.
En nuestro texto de estudio de hoy “dormir” es usado para describir la indiferencia religiosa o apatía. Algunos cristianos han caído en el sueño de la indiferencia y esta exhortación es muy necesaria.

¡LA INDIFERENCIA RELIGIOSA ES PECAMINOSA!

La indiferencia religiosa es repulsiva para el Señor
“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. (Ap. 3:14-16).
La obra del Señor tiene muchas responsabilidades que como cristiano debemos asumir y cumplir. No podemos acomodarnos para dormir el sueño de la indiferencia. Por ejemplo:
Es nuestro deber congregarnos para adorar a Dios y recibir la instrucción necesaria (Heb. 10:25).
Tenemos el mandato de ofrendar para las necesidades de los santos y así sostener la obra del Señor. (Cor. 16:1-2).
El cristianos deben vivir vidas ejemplares, como dignos hijos de Dios. (Fil. 1:27).
Es trabajo de todos restaurar a los hermanos caídos, (Gál. 6:1)
Predicar y enseñar la palabra de Dios a los perdidos, (Mat. 28:18-20).
Todo cristiano tienen estas responsabilidades (Ef. 4:1 3).
Meditemos en esta advertencia. “¡Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová!” (Jer. 48:10).

BIEN AVENTURADO EL QUE VELA (Ap. 16:15).

El Cristiano debe estar despierto y velando con toda perseverancia (Ef. 6:18). El cristiano debe estar levantado y en guardia ante las asechanzas del Diablo. Ocupando bien el tiempo como Pablo dice: “redimiendo bien el tiempo, porque los días son malos”. (v. 16) ¡Recuerde! Estamos en guerra.
Satanás es el adversario del hombre y busca devorarlo y es astuto y engañoso. Necesitamos una actitud despierta frente a él. Entonces es necesario e imprescindible seguir el consejo del apóstol: “Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Efe. 6:11). También estar vigilante “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (2 Cor. 2:11). Además “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Ped. 5:8).
Por tal razón el cristiano cuidará sus pasos “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabio” (Ef. 5:15).

Los cristianos debemos tener en cuenta también, que Satanás trabaja a través de los falsos maestros. Los falsos maestros ayudan a Satanás a llevar a cabo sus propósitos de engañar a los hombres, No está demás esta advertencia “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.” (2 Cor. 11:14-15). Por lo tanto es una orden divina probar los espíritus, “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1). “...has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos” (Ap. 2:2)
Los mejores aliados de Satanás son aquellos cristianos tibios e indiferentes de las iglesias que no manifiestan ningún interés por defender la Sana Doctrina.
La iglesia tiene el precio de la sangre de Cristo, es pecado tratar su obra con desdén o desidia.

LA ORDEN ES ¡LEVANTATE!

El cristiano como un soldado en guardia estará de pié y “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” (Ef. 5:16). Redimiendo el tiempo “Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo” (Col. 4:5).
¿Cómo estamos usando nuestro tiempo? Una persona sinceramente y deseosa de servir al Señor usará ese tiempo para la gloria de Dios. El cristiano que duerme el sueño de la indiferencia malgasta el tiempo que Dios le ha dado, para enseñar el evangelio, para restaurar el hermano errado, y para ayudar al crecimiento del reino de Dios.
No nos descuidemos, no siempre tendremos la oportunidad que hoy disfrutamos como hijo de Dios


Finalmente: Todo los cristianos deben estar despiertos, alertas, y activos. No desprecie esta voz de alerta:
“Despiértate, tu que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo”

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